Tarde, pero a tiempo de cantar y contar la nueva victoria de PGASTUR en la Asturforo, este humilde cronista os quiere trasladar, una vez que he logrado secar la gran mojadura de un fin de semana pasado por agua, la nueva hazaña de este gran equipo que ha vuelto a conseguir el triunfo frente a un excelente grupo de amigos-contrincantes (más lo primero que lo segundo).

Llanes nos recibió a todos en las peores condiciones climatológicas posibles: mucha lluvia, frío y, también, viendo, aunque el campo estaba, pese a todo, en buen estado de juego. El viernes, jornada de entrenamiento, ya nos daba todas las pistas para saber lo que esperaba a los jugadores. Primera mojadura para entrenar. El sábado empezó desapacible y terminó prácticamente igual, con agua y frío. Por la mañana, en el fourball, las cosas fueron tan igualadas que, al final, se firmó un empate, 4-4, que dejaba todo abierto para la jornada de la tarde.

Tras un avituallamiento accidentado – qué pena de campo municipal sin bar y sin instalaciones a la altura de su nivel golfístico- comenzó la jornada de tarde, el foursome, en la que, en el histórico de la ASTURFORO, siempre habíamos dominado, pero… Al final, otro empate, que hacía presagiar una difícil jornada final, también pasada por agua.

Pero el domingo trajo menos lluvia de la anunciada y una fuerza en nuestras chicas y chicos mayor de la esperada porque desde el primer minuto la clasificación se fue tiñendo de azul, eso sí, siempre con rebrotes rojos que no llamaban a no celebrar nada hasta el último suspiro. La competición llegó hasta las últimas cuatro partidas, a cinco hoyos del final, pero pronto se inclinó a favor de PGASTUR, que culminó la competición con un indiscutible 17,5 a 13,5.

Cosas a destacar, por buenas: el nivel de nuestro amigos-competidores. Y no sólo en el golf, que lo tienen, y muy alto, sino, también, y sobre todo, en el terreno personal. La mejor expresión para describirlos es que son unos grandes amigos y amigas con los que disfrutamos jugando al deporte que a todos nos apasiona. Buenísima gente, animados, entrañables, juerguistas (¿aprenderemos de ellos?), excelentes dentro y fuera del campo y con una nobleza y una entereza en todo momento, independientemente del resultado, que te desarma y te hace admirarlos.

Cosas a destacar, en lo malo: Llanes es un gran campo, pero con muchas limitaciones. Le faltan infraestructuras básicas (¿cómo se puede tener un campo de golf sin un lugar adecuado para tomar la cervecita final?) y servicios al nivel de esta gran instalación. Y también hay que pensar en mejorar el catering, porque que nuestro amigos-competidores tuvieran que marcharse el sábado por la noche a cenar en un restaurante cercano después de haber ¿cenado? lo que les ofrecimos en el hotel nos debe hacer reflexionar… Por mucho que parezca que a nuestro equipo le sentó mejor la frugal cerna que a ellos.

Una nueva victoria para PGASTUR, pero, lo que es más importante, un nuevo paso para sellar esta relación personal-deportiva que ya tenemos con nuestro amigo de Foro 2000. Y a prepararse mentalmente, porque algún año de estos perderemos…