Jorge M consolidó su renacer golfístico en Castiello imponiéndose brillantemente con un resultado final de -6 sobre su hándicap, lo que en este campo es toda una demostración de poderío. Fue una vuelta sin casi fallos, muy regular desde el primer hoyo y, salvo algún desliz menor en dos hoyos intermedios, nada despistó a Jorge M de su objetivo. De hecho vivió en directo casi un match play puesto que, tras el derrumbe del Dr. Swing (iba al par del campo en el hoyo 7 y termino con +6 de su hándicap…), todo quedó en manos de dos jugadores que compartían partida: el ganador final y un Héctor Ordóñez que jugó con mucha consistencia y que presionó hasta los últimos hoyos, finalizando con un -1 de mucho mérito, aunque en el 18 perdió el scratch por un golpe en beneficio de Borja-Martín (78 golpes), que estrena pódium en PGASTUR.

Dada la fulgurante ascensión de Jorge M en los dos últimos torneos, no falta quien esté buscando ya en secreto a su dietista, porque hay sospechas de que su mejoría de swing está relacionada con esa esbelta figura que le ha quedado tras una sufrida y continuada dieta. Ha perdido kilos sin perder distancia y ganando consistencia con el driver y los hierros (lo del put queda para una segunda fase de la dieta)… Y todo ello sin perder el humor ni cuando tiene que comer sólo verde… ¡Qué más se puede pedir!

Por lo demás, tarde espléndida en Castiello, con un campo perfecto –para algunos con más árboles que nunca- y pocos jugadores: al final sólo 17 peñistas y un invitado, con la baja de última hora de Manolo Bernardo (¡ánimo compañero!) y de Postigo. Faltaron pesos pesados que no se sabe bien si no pudieron asistir o se las arreglaron para tener disculpas y no asistir a un torneo siempre peligroso, como lo demuestra el hecho de que grandes jugadores como Doc (+9), Monty (+12) y Rahm (+13) estuvieron coqueteando con la “L” durante casi toda la tarde. Al final, la temida distinción fue para Choni (+15), que se desmoronó en la segunda vuelta.

Destacar el buen resultado de los hermanos Suárez Burgos, con un George (+2 y tercer puesto) que, a la chita callando, siempre está ahí, y un Jaba (+3 y 4º puesto) que volvió a frustrar a sus críticos logrando dejar sin acierto la “jabaporra”. Por su parte, Chema Casas (+13 y penúltimo) volvió a las andadas y dio muestras una vez más de su díscola cabeza golfística, ante lo que nada pudo hacer su caddy, Maritina, que volvió a vivir una jornada con la Peña. Mejor le fue al otro jugador que llevaba caddy: Belén si logró enderezar la cabeza de Karim en los hoyos difíciles de la segunda vuelta para que lograra terminar con un +7 que comparado con la “L” que recibió el año pasado en Castiello le debió parecer un grandísimo resultado.

El susto de la jornada nos lo dio nuestro capitán, Edu, que fue víctima del calor de toda la jornada sufriendo un desvanecimiento mientras esperábamos a las últimas partidas en el hoyo 18. Afortunadamente, se recuperó y, tras el correspondiente reconocimiento médico, se certificó que está en plena forma y ya cogiendo fuerzas para León, nuestra próxima cita en agosto.

En la merienda cena que siguió al torneo, el Cardenal fue el auténtico protagonista: además de seguir maltratando a su “Echenique”, lució la paletilla (no sabemos como le irá al régimen de Jorge M) y chorizos que se dieron de premio y ya adelantó el magnífico viaje que nos está organizando para septiembre para jugar el torneo exótico en Zarapicos. Salamanca es tierra de toros y qué mejor torero para lidiarla…